Periodismo universitario

Concepto e idea original: Alfonso Hernández Gasca y José Víctor Rodríguez Nájera... Coordinador general: Alfonso Hernández Gasca... Consejo Editorial: Abril Medina Romero, Alejandra Niño Gutiérrez, Alfonso Hernández Gasca, José Duque, José Víctor Rodríguez Nájera y Lucía Leal Rojano... Página por internet: José Víctor Rodríguez Nájera... Finanzas: Lucía Leal Rojano... Diseño logo institucional: Sofía Martínez Alanís.

01 octubre, 2005

Editorial



"[...] La boruca que venía de allá abajo se salía a cada rato de la barranca y nos sacudía el cuerpo para que no nos durmiéramos. Y aunque queríamos oír parando bien la oreja, sólo nos llegaba la boruca: un remolino de murmullos, como si se estuviera oyendo de muy lejos el rumor que hacen las carretas al pasar por un callejón pedregoso..."

El llano en llamas, Juan Rulfo


La boruca es el grito de guerra final que lanzan los hombres cuando ya no hay más tiempo, cuando el enfrentamiento es inminente, cuando el miedo se apodera de sus cuerpos, cuando saben que la guerra es actual-real. Y es éste grito, la boruca, la que exhala el miedo e inhala valor. Una palabra muy mexicana que fascinaba a Rulfo.

Y es precisamente con este grito que, los diriguimos éste proyecto editorial, nos sentimos identificados. Boruca nace en octubre de 2005 con la esperanza de contribuir, sin vanidad, a la formación con información de jóvenes universitarios --que como nosotros-- tenemos ideas, emociones, ambiciones, expresiones artísticas, apreciaciones estéticas, sensibilidad poética, motivaciones, inconformidades, grados de disidencia, de rebeldía, de deseos sustentados en la pasión y la razón. Es necesario informarnos para defender en lo que creemos, descartar de una vez la indiferencia que hemos dicho y ejemplificado hasta sus últimas consecuencias. No seguir manteniendo contacto con lo inerte, con lo hueco, con lo inmóvil, con lo inhabitado. Expresar que aún nos intriga la pasión de conocer y el delirio de esperar.

Creemos en la calidad literaria y la claridad intelectual, en la libertad política y la democracia, en la justicia, la igualdad, creemos fervientemente en la defensa de los derechos humanos y en la lucha contra el prejuicio y contra los autoritarismos de derecha e izquierda. Es sobre éstos valores que fincaremos mes a mes nuestra proyecto.

En
Boruca ejerceremos la crítica (y la autocrítica) cultural, literaria y política sin complacencias: fundamentada, imaginativa y razonada.

Ésta revista no es en el fondo más que una conversación. Hoy comienza la nuestra contigo. Pero una conversación no es un monólogo. Para que éstas letras y éstas ideas vivan, crezcan e iluminen te necesitamos a tí. Para que se convierta en una verdadera boruca. Vivir el hoy, pero nunca saciarnos del ayer.

El informe que no llego..!

Por Alfonso Hernández Gasca *

El quinto informe de gobierno se caracterizó por cambiar el esquema de lo acostumbrado: común y tradicional. Un informe que a decir de algunos, de informe sólo tuvo el protocolo, y es que ahora, no es que el presidente Vicente Fox haya violentado la Constitución, sucede que nuestra Carta Magna establece que el Presidente de la República deberá entregar un informe --por escrito-- al poder Legislativo, el cual el cual fue entregado, pero donde el Presiente sí rompe el esquema, es cuando en ves de hablarnos de cifras (dar el informe) comienza a meterse en cuestiones políticas, a dar mensajes políticos, dando por hecho que el sexenio a finalizado, ya no le importa dar cifras, estadísticas, enarbolar los logros de su gobierno, ¿será a caso por que no los a habido? y los pocos que ha habido han sido por inercia de la mecánica de funcionamiento del propio país.

Lo que el Presidente estuvo haciendo durante este informe fue tratar de echarse porras a él mismo, con unos cuantos revés, tratando que a todos se nos olvidaran algunas promesas básicas de su campaña, las cuales hoy después de 5 años de gobierno seguimos esperando; él también espera, ¡que se nos olviden!, pero cómo vamos a olvidar ese 7% de crecimiento anual, el millón de empleos anuales, el vocho, el changarro y la tele, esas bonitas, y populares promesas ¡¡como se nos van a olvidar!! Podremos ser un pueblo desmemoriado, en otros sentidos pero en este nunca, tal vez Fox pensó que de la misma manera en que otras cosas se nos olvidan con estas seria igual.

Lo que hay que reclamar a Fox es la falta de gobernabilidad, ya no hablemos de sus promesas no cumplidas, hablemos de los retos de todos los gobiernos y que otros medianamente habían cumplido, pero que este no ha podido, ha sido muy infructuoso, nos debe la solución de problemas muy graves que surgieron en su administraron o que permitió que se agravaran en lugar de tratar de solucionarlos y hablo de problemas como, la narcoviolencia, los secuestros las ejecuciones que suceden a diario sobretodo en el norte del país, los asesinatos de mujeres ya no solo en Ciudad Juárez si no en todo el territorio nacional, el mal empleo de los excedentes petroleros, la confrontación del poder ejecutivo con el legislativo, el desempleo, en fin así podría seguirme y después de mucho acabar, pero por el momento esto es de lo mas alarmante y decepcionante de este gobierno no hablemos ya de los actos de corrupción y favoritismo a la familia de la primera dama.

Lo que sí es verdad es que este presidente pudo haber pasado a la historia no solo como el Presidente que inicia la transición en México, si no como el que redefiniría la forma de gobernar dejando atrás los compromisos oscuros de campaña, cumpliendo parte de sus promesas, tratando de conciliar con los otros poderes, como el iniciador de un México nuevo, el cual parece que lo dejaremos para la próxima por a hora. Es una lastima que este allá dejado pasar su oportunidad, y que no halla cambiado en nada a México a pesar de sus buenos deseos para este, pero para esto no bastan los buenos deseos e intenciones, por lo que al presidente respecta parece que podemos dar por concluido el sexenio, que lastima por que todo quedo peor que cuando empezó.


* Alumno de la licenciatura
en Derecho de la FES Acatlán


Apropósito de algunos anuncios publicitarios


Por Israel

A propósito de algunos anuncios publicitarios, quién a estas alturas, no ha escuchado por la radio los anuncios del Senado, estando en la comodidad de su hogar o en las inclemencias del transporte público --en calidad de bulto, manoseado, apachurrado, sudoroso y felizmente forzados a hacerlo por el caballero al volante-- oímos decir a una voz que intenta ser convincente, “el Senado trabaja, mano dura contra la delincuencia. Penas más severas, nuevas leyes para combatir la delincuencia”. Habría que hacer justicia y decir que esto nos es exclusivo de aquel, lo hemos escuchado del Ejecutivo en cualquiera de sus niveles, de los diputados, que por supuesto, ¡también trabajan! Y la delincuencia aumenta, en conclusión podemos decir, afirmar, que desafortunadamente para nosotros y no para ellos, su trabajo no funciona.

Pero, qué hay entre esa supuesta buena voluntad de los gobernantes y nuestro infortunio. Si, les concederemos el beneficio de la duda, es verdad que se han incorporado al Código Penal nuevas conductas y por otra parte, las ya existentes, que se han puesto de moda entre los delincuentes, han aumentado su penalidad, entre estas conductas de moda podemos enumerar el secuestro, narcomenudeo, tráfico de drogas, robo con violencia, violación y otras tantas que día a día se nos revelan, ya en los medios de comunicación, o para los menos afortunados en vivo y a todo color, como simple espectador impotente o como un invitado especial de las estadísticas con asiento de primera fila.

¿Será el tipificar nuevas conductas y aumentar la penalidad a los delitos de moda, la respuesta para el problema de la inseguridad y delincuencia? Cuando se crean una sociedad y atendiendo a la teoría del contrato social, los ciudadanos en ejercicio de su soberanía delegan parte de ella a un ente superior llamado Estado, para que este legitime primeramente su existencia y luego su actuar, propiciando con ello que el Estado se obligue ha prestar servicios, y garantizar derechos. Pero el problema es que en nuestro México ese compromiso, esa obligación, es olvidada, es ninguneada e ignorada. Hoy sólo escuchamos hablar de educación, empleo, salud, vivienda, pobreza, inseguridad, oportunidades, con cifras manipuladas e irrisorias. Estos señores creen que porque una familia en extrema pobreza gana entre ocho y diez pesotes más, ya dejó de ser extremamente pobre, o piensan que realizando sus famosas ferias del empleo ya se solucionó el problema y agregaremos que los empleos que en ellas se ofrecen son de chofer, albañil, plomero, etcétera; y por supuesto y obviamente, mal pagados. Lo más lamentable con respecto a estas ferias es que la máxima casa de estudios de México y Latinoamérica se presta a éste juego y realiza su feriecita y ofrece a sus egresados sueldos ridículos de 3 mil pesos mensuales o un poco, pero sólo un poco más.

¡Vivienda digna! en primera los condominios que ofrece Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) están diseñados no para vivir sino para sobrevivir. Espacios reducidos, amontonados unos arriba de otros, encerrados por una pequeña muralla que tendría que separarlos de la inseguridad y la delincuencia, desafortunadamente, otra vez, eso no sucede. La mayoría de nosotros tomamos el microbús que va al Toreo, ¿han tenido el tiempo para girar y desviar su mirada e interrumpir su plática, a la altura del puente que cruza el Río de los Remedios, ése que esta pasando la parada de la 16 de septiembre? Si ya lo hicieron y sino lo han hecho, háganlo, se encontraran con una fila de casas de madera y de lámina de cartón, todas ellas a menos de un metro del río de aguas negras, en condiciones insalubres, y no se les olvide que estamos hablando de Naucalpan, uno de los municipios más prósperos e industrializados del estado de México. La salud es exclusiva de la gente de dinero y para los trabajadores que tiene la fortuna de encontrar un chamba en un fabrica sufriendo las groserías, atropellos, de unos servidores del sector Salud decadente, elefante blanco apunto de sucumbir gracias a los malos manejos, administrativos y económicos, cualquier parecido a la situación del país es mera y pura coincidencia. El problema de la desintegración familiar, falta de oportunidades y la crisis de la figura de autoridad, hacen a este país un lugar fértil para la delincuencia.

Así, respetaremos el derecho que tiene nuestros gobernantes a pensar distinto a nosotros y sólo diremos que no compartimos la postura que ellos manejan, no creemos que al tipificar nuevas conductas y aumentando penas se resuelva el problema de la delincuencia, lo que necesitamos es que el Estado asuma su compromiso y obligaciones, se ponga a trabajar en ello, dejan de hacer anuncios comerciales que sólo ellos se tragan y causan indignación y coraje entre los que tenesmos el infortunio de escucharlos y conocer de cerca, que tipo de gente es la que delinque; delinquen obreros, trabajadores informales, comerciantes, desempleados, personas que crecieron en una familia desintegrada y con agudos problemas con la figura de autoridad, ya que no conocieron autoridad alguna en su infancia por el factor que ustedes quieran. No negamos la existencia de personas predispuesta a delinquir pero también es cierto que las circunstancias y el medio en que se desarrollen nuestros niños y adolescentes, será determinante para que lleguen a delinquir algún día.

* Alumno egresado de la licenciatura en Derecho de la FES Acatlán

Sobre los dioses contemporáneos (concepción vulgar no contemporánea)

“Perolos mortales se imaginan que los dioses han nacido y que

tienen vestidos, voz y figura humana como ellos.

Los etíopes dicen que sus dioses son chatos y negros y los tracios

que tienen los ojos azules y el pelo rubio.”

Jenófanes de Colofón

Por Renato Ortiz Olvera

¿Cómo construir dioses a partir de las características propias? Dicen que hay que tener algunas virtudes. La primera de ellas es la imaginación, la segunda es la capacidad para significar un objeto simbólicamente y la tercera es la capacidad artesanal para presentarlos y posibilitar una visión común de los mismos. A partir de las sentencias, presentes en el poema de Jenófanes de Colofón, filósofo presocrático, observo mi entorno, observo la urbe y me doy cuenta de que este es un problema viejísimo y desde aquí me dirijo a un lugar un tanto hostil y complicado casi siempre, me dirijo al terreno de las creencias populares, de las que uno difícilmente sale bien librado. Los dioses, las figuras cargadas de fe, los santos, son dotados de características antropomórficas, propias de los humanos, que como si fuésemos unos proyectores trasladamos a una pantalla, llámese a ésta “imagen de la devoción” virtudes, defectos, usos y costumbres propios de una cultura en particular, así como deseos e ideales.

Toco algunos espacios de esta sociedad muy significativos para este comentario. Tal es el caso de tres figuras fuertemente cargadas simbólicamente: la “virgen de Guadalupe”, la “santa muerte” y “san judas Tadeo”, comunes en esta ciudad, ahora bien ¿por qué considero a estas figuras y no a otras para la presente observación?

La virgen de Guadalupe posibilita la identificación con el color de la piel que es el común denominador en la ciudad, representa la imagen de madre, y es dotada de virtudes como el amor incondicional, la madre nutricia, la madre protectora, y además virgen, etcétera. En pocas palabras, una madre idealizada al extremo que además de todos los atributos posible y por inventar, nos puede ayudar a cruzar el río, ¿acaso me equivoque de santo?, nos ayuda a alcanzar la tan ansiada vida eterna y oh que alivio poder pensar esto, bueno que además es una idea que a lo largo de la historia se ha planteado, o plantado, o instituido de un modo muy productivo en términos económicos.

Ahora toca el turno de la ”santa muerte” que hasta se me eriza el cabello con sólo pronunciarla, digo esto por la simple y sencilla razón de que la muerte hasta ahora y durante miles de años o un poco más, desde la aparición del lenguaje en los humanos, la muerte siempre ha sido algo que provoca miedo, que por su misma naturaleza, la de lo finito, produce horror por nuestra incapacidad para dominarla, y es que el ser humano a lo largo de la historia ha dominado muchas cosas, se ha protegido de la lluvia , de los animales salvajes y de otras muchas cosas, pero cuando llega el momento de la muerte algunos se preguntan sobre las posibilidades de tener una oportunidad más, un momento más, un chance más, un minuto más de vida, para vivirla intensamente, o simplemente quieren una muerte bonita, sin sufrimiento. La santa muerte aparece, permítame generalizar y discúlpeme por esto, y surge de los puntos geográficos más violentos donde la vida es constantemente asechada por la violencia, donde los sujetos están constantemente expuestos a experiencias que les provocan miedo, en espacios donde se “naturaliza” la muerte, unos matan a otros, donde los espacios que provocan hacinamiento generan cadenas infinitas de violencia: familiar, callejera, institucional, económica, donde dios no es tan fuerte para mejorar la vida de los sujetos, ahí donde tantas veces fue invocado, ahí donde nunca fue pero ahí estuvo siempre la muerte y estuvo tanto tiempo que se hizo santa, se le edificaron altares, se le vistió de blanco, de negro, le llevaron los vicios del barrio, se le oró con devoción, se le colocó detrás de un cristal y se le adoró, lo sujetos se la tatuaron, la metieron en su carne, y ésta, la muerte, ya no sería ajena, estaría muy cerca, en el corazón protegiendo al recluso, al ladrón, al policía, al vendedor ambulante, al narcomenudista, al que viaja en trasporte público, al de la colonia con poco alumbrado, a la prostituta, al comerciante, a ti, a nosotros.

Por otro lado, san Judas surge como el patrono del trabajo, pero no sólo del trabajo lícito, sino también del que se enriquece a costa de los demás, o sea que éste san Judas del que hablo, también es patrono de los comerciantes y ladrones, ¿qué acaso no son parecidos? Esta figura se construye --ignoro sus antecedentes históricos y centro mi interés en los procesos actuales-- y toma fuerza en una ciudad donde los innumerables changarros no dan pa’ comer. Los días 28 de cada mes, se llevan a cabo misas, ofrendas, se le compra de algún modo para poder ser favorecido, ya sea en el trabajo, en el negocio, o en el bisne y con esto se repite el juego de poder al que estamos socialmente sometidos, hablo de la corrupción, “dar algo a cambio de ser favorecidos”. San judas representa los juegos de poder económicos en los que estamos inmersos, refleja los deseos concientes e inconscientes de tener, de poseer al objeto más preciado de nuestra sociedad: el dinero.

Todo lo que he mencionado me hace concluir, que los dioses contemporáneos son un reflejo de nuestros deseos, muchas de las veces inconscientes, son también un reflejo de nuestros problemas sociales y los hemos creado a partir de nuestras características.

*Alumno egresado de la licenciatura en Psicología de la UAM-Xochimilco

Sabia virtud de conocer el tiempo. In memoriam M.G.O.


Por Everest Landa

El frío corrió por mis brazos y después por todo el cuerpo, luego de que recibiera la noticia entre los pasillos de la FES Acatlán. En realidad no recibí la noticia, sino que me cayó, me golpeó. Fue agresiva, a pesar de la sutileza con la que un buen amigo de la universidad me la arrojó esta mañana del 17 de agosto.

Cómo, cincuenta y tantos años, tan activo, con tantos planes, con el futuro en los ojos, y así como así fallecido. Pero fue claro, duro, desconcertante: había muerto Manuel Gutiérrez Oropeza.

Apenas hacía un par de años había tratado de enseñarme a redactar con claridad (continúo en el intento), la pirámide invertida y lo frío de la nota periodística; tal y como llegó su deceso.

En el aula se descubrió como el profesor experimentado, con tacto, anecdótico, ilustrativo, paciente, puntual. Pero puntual como los dos puntos o los tres sucesivos. Se mostró como siempre lo hacia con sus alumnos: con la vena periodística, con las canas de la calle, con la poesía antes de terminar la clase.

Entré al salón de clases sin saber quién era, quizá otro profe. Mas pronto supe que se trataba de uno distinto, de esos con vocación. La bienvenida perfecta a la universidad en la primera clase, a la primera hora. Al poco tiempo leyó poesía en plena clase de periodismo. Realmente nunca me han gustado las declamaciones por empalagosas y desprendidas, sin embargo los versos de Alí Chumacero y otros le fluían. Fue a raíz de esto que me acerqué a él (como muchos otros lo habían hecho ya) y le ofrecí unos poemas a crítica, a lo que accedió con entusiasmo, “por favor, maestro, mándamelos a mi correo” (como ya le había dicho a muchos otros).

Meses después llevé mi guitarra. Advertí su inquietud en cuanto entró al salón. Durante la clase se le notaba la inquietud que después no aguantó al preguntar de quién era la guitarra, contesté que era mía. Me invitó a tocarla y a cantar algo. Lo hice. Pasadas dos canciones me pidió que le acompañara tiempo. Antes de cantarla nos contó el nacimiento del poema y su evolución a canción, hasta hicimos el ejercicio de intentar un poema con el titulo de la canción, ninguno lo logramos. Aclaró garganta y la cantó. Bohemia en plena clase, que sabroso. Lo cuento con el afán de mostrar la camaradería en él, la cual afloraba, sin caer en la clase chacotera y sin contenido. Afloraba.

Continué frecuentándolo entre pasillos –mientras se dirigía casi trotando para ir al salón o al estacionamiento– o por correo electrónico. Revisé algunas cosas que había hecho. Me di cuenta de que se trataba de un periodista recio, constante, con trabajos en tele, radio y sobre todo en prensa. Lo que me llamaba la atención era que a pesar de ser “realista” (como buen periodista), mantenía un sueño en la mirada, una esperanza en la sonrisa (cosa que no es muy común entre los periodistas). Igual si habláramos de su actitud docente, existía ese dejo en las palabras que connotaba que no todo está perdido, que se puede confiar el futuro en los estudiantes (cosa que no es muy común entre los profesores).

A resumidas cuentas, nos la pasamos girando hacia la muerte, para la muerte. Ese es nuestro latido, el más hondo, el que se percibe con estetoscopios. Le hacemos ronda a la muerte, giramos en ella, en gran espiral.

Fue un amigo; un maestro, no un profe, que se extravió en los pasillos de la Acatlán; por lo que cuentan, buen colega, de los de la vieja guardia de periodistas; un promotor cultural, acérrimo; sobre todo un soñador, de esos que no se cansan, de los que quieren seguir. Aunque me suene extraño… tan extraño que no puedo decirle adiós. Me retracto, prefiero despedirme con un: continuamos maestro Manuelez.

* Alumno de la licenciatura en
Comunicación de
la FES Acatlán